Si no conseguimos educar a buenos conductores, caerá sobre ellos el peso de la ley. De esto se encarga la Fiscalía de Sala de Seguridad Vial, que coordina la acción de la justicia española contra los infractores de las leyes de tráfico. En su memoria se ofrecen los datos sobre estos delitos durante el último año y llegan a una conclusión que nos es familiar: es necesario reforzar la educación vial.

Según el fiscal especial de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, se celebran a diario alrededor de 70 juicios con sentencia condenatoria por delitos contra la seguridad vial. Un 95% de estos condenados no reincide, por lo que el fiscal destaca que “para una persona que nunca ha sido imputada y se ve ante un juez y un fiscal, existe un aspecto punitivo, represivo, pero también hay un aspecto educativo”.

En una ponencia organizada por la Dirección General de Tráfico (DGT) el 29 de septiembre de 2011, Vargas ha recordado que la mayoría de juicios con sentencia condenatoria relativos a delitos contra la seguridad vial se resuelven de conformidad entre ambas partes. Este dato se refleja también en la memoria de la Fiscalía General del Estado de 2011, donde se recoge asimismo que el 90% de los delitos contra la seguridad vial se resuelven en juicios rápidos.

En total, en 2010 se abrieron diligencias para 110.441 delitos contra la seguridad vial. Supone un leve descenso frente a 2009, aunque aún se está muy por encima de las cifras anteriores a 2007, cuando se cambió la ley y empezaron a considerarse delitos varios supuestos que antes solo eran infracciones administrativas, como conducir sin carné o superar la tasa de alcohol permitida legalmente, que hoy son las causas más frecuentes para abrir diligencias en el ámbito de la seguridad vial.

Conducir bajo los efectos del alcohol supuso en 2010 el 35% de los delitos contra la seguridad vial en nuestro país. La cifra, además, ha aumentado (71.181 casos registrados por la fiscalía, frente a los 56.138 de 2009), porque si bien el número de conductores que dan positivo en los controles preventivos es bajo (apenas el 1,8% de los que se someten a la prueba), el porcentaje aumenta hasta el 5,5% cuando se mide a los conductores involucrados en un accidente.

En cuanto a conducir sin permiso, ya sea porque nunca se ha obtenido o porque se han perdido todos los puntos, es la segunda figura delictiva más importante en el ámbito de la seguridad vial, con 32.405 casos en 2010. No obstante, esta cifra supone un descenso del 31% respecto a la del año anterior.

Respecto al resto de delitos, cabe señalar que, excepto el de conducción temeraria, han bajado todos los demás: exceso de velocidad, negarse a realizar la prueba de alcoholemia y causar graves riesgos para la circulación (como obstaculizar la vía o destrozar señales).

La mayor parte de estos delitos se resuelven con multas o sanciones, pero según datos de Instituciones Penitenciarias, alrededor de 800 personas han ingresado en prisión en lo que va de año por algún delito contra la seguridad vial. Esto supone un ligero descenso respecto a las cifras del año pasado.

Todos estos datos se refieren a adultos, pero en los menores también se ha apreciado un descenso en los delitos contra la seguridad vial. En 2010 se incoaron 4.229 procedimientos en esta materia, frente a los 5.518 procedimientos de 2009. El delito más habitual entre los menores, dentro del ámbito de la seguridad vial, es conducir sin carné.

En su memoria, la fiscalía también dedica un apartado a la educación y pide expresamente modificar la ley para reforzar la importancia de la educación vial en las aulas. Según la fiscalía, sería necesario que la educación vial figurara como asignatura autónoma y obligatoria en los currículos de primaria y secundaria.

Fuente: Memoria de la Fiscalía General del Estado

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