La verdad es que no resulta extraño que cualquiera pueda estar involucrado en uno de los accidentes que cada año se producen en nuestras carreteras, pero no todo el mundo sabe qué puede y debe hacer si se encuentra implicado en un accidente de circulación. Desde el Comisariado Europeo del Automóvil no queremos que esta desinformación le afecte. Lorena Martín García

Si se ve involucrado en un accidente de tráfico como conductor, tras superar el sobresalto inicial, intente llegar a un acuerdo con el otro automovilista implicado, cumplimentando el “parte amistoso de accidente”.

Si el otro conductor implicado en el siniestro se niega a colaborar, tome nota de todos aquellos datos que puedan servir para identificarle, la matrícula, los testigos que hayan presenciado el accidente... Además, si alguno de los viajeros ha sufrido lesiones debe solicitar que en los partes de asistencia médica se recoja que han sido producidos por un accidente de circulación, ya que figurarán como prueba de los daños humanos del accidente a la hora de reclamar su compensación a la aseguradora.

Si por el contrario se presenta un enfrentamiento directo o una falta de acuerdo respecto a las causas del accidente, avise al cuerpo de seguridad pertinente (la Policía Local, Nacional o Guardia Civil). Debe proceder de la misma manera si los daños materiales son de especial relevancia o si hay que lamentar daños personales. Los agentes serán los encargados de elaborar el correspondiente ‘atestado’ del accidente. Este documento constituirá una prueba fundamental para determinar quién ha sido el responsable del accidente y reclamar la reparación de los daños sufridos a las compañías de seguros, bien de forma extrajudicial, bien iniciando las correspondientes acciones legales.

Cómo se reconstruye un accidente

A pesar de que los atestados solucionan muchas de las claves de un accidente, la Guardia Civil tiene un Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) que muchas veces es vital para conocer qué ocurrió realmente. Este cuerpo, que actúa en toda España, sólo interviene a petición judicial o cuando el caso es demasiado complejo, tiene relevancia social o gran número de fallecidos, entre otros. Funcionan como apoyo al equipo de Atestados y si lo solicita el juez pueden intervenir tanto en casco urbano como en la Comunidades Autónomas donde las competencias de Tráfico están delegadas. Desde las huellas de los neumáticos, hasta la rotura de cristales o el desplazamiento de los viajeros, todo puede ayudar a estos especialistas a reconstruir una colisión tanto total como parcialmente; tanto actual como de hace tres años.

Asi trabaja el ERAT

• La observación y la documentación es fundamental. Los agentes señalizan de manera correcta el lugar del accidente y, tras atender a heridos si estos lo necesitan, hablan con los presentes, miran la carretera, los coches y sobre todo, fotografían todos los detalles del lugar de la colisión, la posición de los vehículos, los objetos que se han esparcido por la carretera, las huellas de los neumáticos... De esta parte se encarga, principalmente, el equipo de Atestados que es el primero en llegar al lugar de los hechos. El trabajo que tiene que hacer este equipo es fundamental para el ERAT, debido a que éste se basa en la información que sus compañeros recogen.
• Se hacen todo tipo de mediciones y comprobaciones. Los agentes del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico disponen de material muy completo y necesario, que comprende los metros, papel, bolígrafo, ruedas de medida, clavos señaladores, pintura aerosol, topómetros, cámara de fotos y de vídeo y acelerómetro, entre otros. Además, las nuevas tecnologías avanzan cada día más. El ERAT dispone actualmente de un láser escáner en tres dimensiones que aún está en fase de prueba pero que puede ser un gran avance. Este nuevo aparato recogerá el escenario del accidente en tres dimensiones, de manera que luego se puede trasladar al ordenador. Además la información se almacena muy rápido.
• Las personas también dicen mucho. Si desgraciadamente hay víctimas mortales, el informe del forense resulta muy revelador a la hora de conocer las causas del accidente. En otro caso son muy importantes los partes médicos de lesiones.
• Posibles hipótesis. Una vez recopilados todos los datos en el lugar del siniestro los agentes del ERAT establecen un estudio a través del que formularán las distintas hipótesis de investigación que puedan haber causado el accidente. Las hipótesis se basan en cálculos matemáticos y físicos para obtener todos los datos de los vehículos hasta el momento del impacto. Este equipo se basa en la reconstrucción, parten del resultado final e intentan aclarar que pasó antes.
• La informática al servicio de la recreación. Gracias a los avances tecnológicos, el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil ya puede utilizar los ordenadores para reconstruir y simular un accidente. En concreto, el ERAT utiliza dos programas: HVE (Human, Vehicle, Environment) y el PC-Crash. La simulación se presenta en la vista oral del juicio si se llega a esos extremos. Sin embargo, aunque se puede hacer la reconstrucción en tres dimensiones, es una trabajo muy duro cuya realización puede llevar mucho tiempo.
• Informe final. Para acabar la investigación, se presenta un informe con todos los datos digitalizados que resulta de gran utilidad para las resoluciones judiciales.

En un principio, las reconstrucciones de los accidentes de tráfico se reservan para aquellos siniestros más complejos desde el punto de vista de investigación y con una especial gravedad o repercusión. Normalmente este tipo de medidas suelen tomarse a instancias del juez que instruya el caso.

El abuso en la petición de este tipo de reconstrucciones supondría un colapso importante de los equipos ya que una investigación de un siniestro con más de un vehículo implicado suele prolongarse varias semanas dada la precisión del trabajo para determinar las causas de cada accidente.

Es por ello que se ha aprobado la creación de unidades periféricas de esta especialidad. En la actualidad sólo cuentan con equipos especializados en la reconstrucción de accidentes la sede central de la agrupación de Tráfico en Madrid y la Academia de la Guardia Civil de Tráfico situada en Mérida. En principio, los nuevos equipos se formarán precisamente por los especialistas de la academia. La formación la recibirían los sargentos primeros responsables de atestados y uno de los agentes del equipo.