14 Octubre 11 - - Fernando García

Hasta septiembre perdieron la vida 114 personas en las vías de Castilla y León.

BURGOS- El 72 por ciento de las personas que perdieron la vida en los accidentes mortales ocurridos en las carreteras de Castilla y León entre los meses de enero y septiembre tuvo un escenario: las carreteras convencionales. De modo que las vías de alta capacidad supusieron el 28 por ciento de los fallecidos.
En concreto, según los datos aportados por la Dirección General de Tráfico, de las 114 personas que se dejaron la vida en el asfalto, 82 lo hicieron en carreteras nacionales o secundarias.
Para evitar este tipo de accidentes, la DGT ya ha anunciado que llevará a cabo, entre los días 17 y 23 de octubre, una campaña de vigilancia en las carreteras secundarias de Castilla y León, dada su «alta siniestralidad» a pesar de que su densidad de tráfico no es tan elevada como en autopistas y autovías.
Durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Benemérita incrementarán los controles. Al margen de la velocidad, se controlarán los adelantamientos indebidos, la ingesta de alcohol y drogas, el uso del casco y los sistemas de retención, así como la utilización del teléfono móvil o los auriculares durante la conducción, así como la manipulación de navegadores.

Precisamente, una de las claves de la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 es mejorar la seguridad en las carreteras convencionales, donde las intersecciones e incorporaciones, habitualmente, están al mismo nivel,  los trazados de las carreteras suelen ser antiguos, hay muchos tramos montañosos y es necesario invadir el sentido contrario al adelantar, con el riesgo que esto supone.

Menor porcentaje en 2011
En 2010, de las 212 personas que murieron en accidentes de tráfico en Castilla y León, 156 fallecieron en carreteras convencionales -el 73,6 por ciento-.
De los 184 accidentes mortales que ocurrieron, 63 tuvieron lugar por salida de la vía, 60 por colisión, doce por atropello y dos por otros motivos, según informó la DGT.

Así quedaron los coches afectados en uno de los últimos siniestros mortales - Foto: Antonio Geraldes/Ical